HOFFMANNESQUE: EL PIANISTA EDUARDO FERNÁNDEZ HOMENAJEA A HOFFMANN

Con un programa compuesto por piezas de Hoffmann, Beethoven y Schumann, Eduardo Fernández realiza este homenaje en coproducción con el Teatro Real.

Un programa basado en la figura de Ernst Theodor Amadeus Hoffmann, padre junto a los hermanos Grimm del relato fantástico moderno y fuente de inspiración de multitud de artistas, es lo que el pianista Eduardo Fernández trae a escena al Teatro Auditorio. Una actuación que el músico ha venido a llamar Hoffmannesque y que se ha llevado a cabo a petición de la Fundación Juan March a raíz de la representación en el Teatro Real de Los cuentos de Hoffman, de Offenbach.

El concierto consta de una primera parte formada por la Sonata en do sostenido menor Op.40, de Hoffmann, y la Sonata en do sostenido menor Op.27 nº2 ‘Claro de Luna’, de Beethoven. Una elección que Fernández explica señalando que “la admiración entre Beethoven y Hoffmann era mutua, llegando a escribir Hoffmann una laudatoria crítica del estreno de la Quinta Sinfonía de Beethoven, en lo que para muchos supone el inicio de la ‘crítica escrita’ que conocemos hoy en día”.

Según expone el pianista, la Sonata de Hoffmann elegida para este proyecto es una clara alusión a la Sonata ‘Claro de Luna’ de Beethoven, de ahí la obviedad de interpretarla inmediatamente después.

En la segunda parte del concierto interpretará Kreisleriana Op.16 de Schumann, quien es “ferviente seguidor y admirador de la figura de Hoffmann y en quien se inspira para muchas de sus obras”. Opina el artista que “en su continua lucha entre Eusebius y Florestan, entre lo imaginario y lo existente, lo ensoñador y lo realista, lo divino y lo demoníaco, el bien y el mal, encuentra en el dualismo de los personajes de Hoffmann -dualismo de carácter autobiográfico- el reflejo de su propia personalidad”.

Este aspecto está impreso en las composiciones de ambos artistas, en una combinación entre lo grotesco y sobrenatural de la ficción con un intenso realismo psicológico. De hecho, destaca Fernández, el controvertido personaje del kapellmeister Johannes Kreisler de Hoffmann inspiró precisamente la obra para piano Kreisleriana de Schumann.