Autor y dirección: Gelabert & Azzopardi
Bailarines principales: Cesc Gelabert, Virginia Gimeno, Alberto Pineda, Salvador Masclans, Charles Washington, Daniel Corrales, Jonatan de Luis, Samuel Delveaux
Escenografía y vestuario: Frederic Amat
Música: Carles Santos
Compañía: Gelabert-Azzopardi

Un brillante montaje de la compañía Gelabert-Azzopardi

BELMONTE:
TOREO, MOVIMIENTO, DANZA

Este espectáculo inspirado en la mítica figura del torero Juan Belmonte se estrenó en Barcelona en 1988, y ahora, 23 años después, sus autores, el catalán Cesc Gelabert y la británica Lydia Azzopardi, lo “reestrenan”.

Se trata de una reposición y también de una celebración, pues Belmonte es la obra elegida por la compañía Gelabert-Azzopardi para celebrar el 30 aniversario de su fundación. No en vano, Belmonte es un montaje que se ha convertido en referencia de la danza contemporánea en España.

Un gran equipo artístico

En esta reposición Belmonte cuenta con el mismo equipo artístico con el que se estrenó en el 88. La escenografía, obra del artista plástico Frederic Amat, es la original. Y el vestuario, también de Amat, mantiene el mismo diseño, aunque algunos vestidos han sido rehechos o ligeramente retocados; no así el traje del torero, que sigue siendo el original que estrenó Cesc Gelabert. El diseño de luces, de Jordi Llongueres y el propio Gelabert, también es el mismo, al igual que la música, compuesta por Carles Santos.
A la coreografía se le han hecho algunos retoques, especialmente en la interpretación, pero es esencialmente la misma y se basa en la revisión que se hizo de Belmonte el año 1992, con motivo de la presentación de la obra en la Biennal de Lyon, cuando el papel de toro estuvo a cargo de 8 bailarines de la compañía, hombres y mujeres, en lugar de los 4 intérpretes originales. En la versión actual, el toro está interpretado por 8 bailarines masculinos, algunos ya miembros de la compañía y otros seleccionados para la ocasión.
El montaje es prácticamente igual que el original, ya que sólo presenta algunas modificaciones en la expresividad de los bailarines, puesto que el elenco es diferente del que bailó hace 23 años.




El instinto y la razón

Belmonte es una abstracción –en términos coreográficos, musicales y plásticos– del mundo de los toros, y se sirve de la extraordinaria personalidad de Juan Belmonte como secreta fuerza de inspiración. Asimismo, es una obra sobre la relación entre el instinto y la razón, entre la vida y la muerte. “Sólo si somos capaces de encontrar y lidiar con el animal que llevamos en nuestro interior hacemos danza de nuestro movimiento”, dice Gelabert. “Se trata de ser capaz de sentir el toro que llevas dentro, y lidiar con él.”
Belmonte creó una forma nueva de toreo. “Para torear bien hay que olvidarse del cuerpo”, afirmaba. Quizá ocurra lo mismo con la danza. Toreaba muy cerca del toro y con lentitud: “Se torea como se es”, decía. No lo mató una cornada, como muchos se temían: se disparó un tiro a los 70 años, después de salir a dar un paseo a caballo y contemplar tranquilamente la caída de la tarde.

Una gran personalidad

De familia humilde, hijo de un quincallero y huérfano de madre, Juan Belmonte (1892-1962) tuvo desde muy joven, además de la pasión por el toro, la de la lectura, lo que hizo de él un hombre culto que frecuentó a escritores y artistas de su época: Romero de Torres, Pérez de Ayala, Solana, Vázquez Díaz... No hablaba mucho y solía ser sentencioso. Es famoso este breve diálogo entre él y Valle-Inclán…
–Ahora, Juan, ya sólo te queda morir en la plaza.
–Se hará lo que se pueda, don Ramón, se hará lo que se pueda.
No sólo por su significado en la historia del toreo, también por su poderosa personalidad, Juan Belmonte es leyenda, y en esa leyenda se inspira este gran espectáculo de danza que nos ofrece la compañía Gelabert-Azzopardi.
En cuanto al hecho de que la reposición de Belmonte haya coincidido con la prohibición de la fiesta de los toros en Cataluña, se trata de una pura coincidencia, pues, como ha señalado Frederic Amat, “Belmonte es una abstracción plástica de la tauromaquia, una inspiración no realista del mundo de los toros".