Velada operística con Mozart


LA FLAUTA MÁGICA


La compañía Ópera 2001 nos presenta una de las obras más populares del maestro Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791): La flauta mágica (Die Zauberflöte, en alemán), una pieza imprescindible del repertorio lírico universal, con la Orquesta Sinfónica de Pleven (Bulgaria) y la dirección musical de Martin Mázik.

La flauta mágica es la última ópera de Wolfgang Amadeus Mozart escenificada en vida del compositor. Dividida en dos actos y con libreto de Emanuel Schikaneder, fue estrenada el 30 de septiembre de 1791 bajo la dirección del propio Mozart. Está considerada como una obra maestra de la ópera y única dentro del ámbito del singspiel (un tipo de ópera popular cantada en alemán, donde se intercalan partes habladas).
Son famosísimas algunas de sus melodías por su complejidad y belleza, como el dúo de Papageno y Papagena, el aria de la Reina de la Noche titulada “Der Hölle Rache kocht in meinem Herzen” (“La venganza del infierno hierve en mi corazón”) y el aria del Príncipe Tamino.
El argumento de esta ópera es controvertido por la doble lectura que ofrece. Aparentemente es un cuento de niños, pero muchos estudiosos sostienen que está lleno de simbolismo y referencias a la masonería: templos, pruebas, sacerdotes, asambleas, iniciación.

Al rescate de Pamina
La acción se desarrolla en Egipto en una época milenaria sin determinar. Uno de sus protagonistas, el príncipe Tamino, huyendo de una serpiente-dragón, se adentra en los dominios de la Reina de la Noche. Tres damas, después de salvarle del peligro, le muestran el retrato de Pamina, la hija de la Reina, secuestrada por el mago Sarastro. Tamino, seducido por la belleza de la joven, pide a la Reina su mano a cambio de liberarla, para lo que se servirá de una flauta mágica y de la compañía del pajarero real, Papageno, que llevará un carillón encantado.
Guiados por Tres Genios llegan al Palacio de Sarastro, donde Pamina es custodiada por Monostatos; al entrar, éste y Papageno se enfrentan; Papageno encuentra a Pamina y le anuncia la llegada de un príncipe que viene para salvarla. Tras una serie de luchas y vicisitudes, Tamino y Papageno tendrán que superar una serie de pruebas para saber si el Príncipe es digno de Pamina.
En el segundo acto, las Tres Damas intervendrán tentando a los dos hombres para que no consigan su objetivo: pasan la prueba del silencio, del fuego, del agua… ya sólo queda la lucha entre las tinieblas y la luz.
De La flauta mágica, no sólo se han hecho adaptaciones cinematográficas como las firmadas por Ingmar Bergman y Kenneth Branagh, sino que músicos de la talla de Beethoven o Liszt han escrito sus propias variaciones sobre algunas de las melodías de esta ópera. Cuentos infantiles y hasta un videojuego de simulador de baile se han inspirado en la música de Mozart y en el argumento de Schikaneder.