Les Grâces Incomparables ou La Conti es una
de las más de doscientas pequeñas
pequeñas piezas que constituyen las
cuatro Livres de Piéces de Clavecin
escritas por François Couperin entre
1715 y 1728 y que, agrupadas al
modo de suites, reflejan la visión del
autor de la aristocracia de la corte
versallesca, por lo que permitirán
al espectador adentrarse en el sutil
mundo estético y sentimental de
la corte parisina de comienzos del
XVIII.
Esta música que refleja la alegría
de vivir y el hedonismo de la corte,
la atracción por los lugares exóticos,
la sensualidad, la ensoñación
o el sentimiento refinado sirve para inspirar la
acción teatral, basada en fragmentos de un carta
en la que Couperin expresa sus
sentimientos, fantasías y anhelos,
los cuales se dirigen en buena parte
a María Ana de Borbón, hija natural
de Luis XIV que despertó la
admiración de la corte tanto por su
belleza como por su interés por la
cultura y el pensamiento y que recibió
lecciones de clave de Couperin
cuando las dos eran muy jóvenes. A
ella le dedicó el tema Les Grâces Incomparables
ou La Conti.
La fuerza de un instrumento
único: el clave
La música, interpretada con un
instrumento tan presente en la corte francesa del siglo XVIII como el clave, que pone en vibración
las cuerdas de cobre, hierro o latón haciendo
surgir los más sutiles y expresivos sonidos,
se combina así con el género epistolar, tan
pródigo en la literatura diociochesca, con clásicos
como la correspondencia filosófica y sentimental
que mantuvieron Rousseau y la Condesa
d´Houdetot, las cartas filosóficas de Voltaire y
Montesquieu o la conocida novela epistolar de
De Laclos Las amistades peligrosas.
La Florentine, Le triomphée, La fine Madelon
et La douce Janneton o La Tenebreuse son algunas
de las piezas musicales que suenan en la obra
y que Couperin compuso en un momento en el
que la mentalidad barroca se aligera y se estiliza,
en lo que se ha dado en llamar rococó o estilo
galante.
Dirigida por Javier Alonso Lebrero, autor a su
vez del texto y de la idea dramática, esta obra de
la compañía KuanUm! cuenta con la presencia
del actor Rafael Núñez y de la clavecinista Marta
Huélamo, ambos conquenses.
François Couperin (1668-1733)
Distinguido con el apelativo de El Grande dentro
de la dinastía de músicos a la que pertenecía,
este maestro de la Capilla Real de Luis XIV en
Versalles, compositor de música instrumental y
vocal, ha pasado a la posteridad como una figura
del barroco musical francés. Destaca sobre todo
su obra para clave, una serie de pequeñas piezas
en las que quedan elegantemente descritos sentimientos,
emociones, tipos y caracteres de la época
agrupadas en conjuntos llamados Órdenes.

Compañía: Kuan Um Clavecín: Marta Luz Huélamo Interpretación: Rafa Núñez