LOCAS O LA DELGADA LÍNEA QUE SEPARA LA CORDURA DE LA LOCURA

Con esta obra teatral se pone de manifiesto lo fácil que es estar a un lado u otro, fruto de la imperiosa necesidad que tiene el ser humano de inventarse personajes para sobrevivir a la realidad.

No es fácil encontrar un espectáculo en el que la locura se trate con naturalidad, alejándose de prejuicios y estereotipos. Pero eso es precisamente lo que hace Locas, una obra que tira por los suelos toda clase de teorías y trata de mostrar cómo a veces la diferencia entre la locura y la cordura no es tan clara como parece.

Esta obra que organiza la Asociación Pro Salud Mental ‘Vivir’ junto con la Fundación de Cultura Ciudad de Cuenca está protagonizada por dos mujeres con vidas completamente diferentes que se encuentran en la sala de espera de la consulta de un psiquiatra. Una que parece tener todo lo que alguien pueda desear y otra que ha quedado completamente alejada de su propia vida y de sus seres queridos.

Un planteamiento que presupone que cada una de ellas se encuentra en uno de los lados de la línea, pero que según avanza la línea argumental se constata cómo ésta se va difuminando y cómo no resulta tan fácil establecer en qué lado estamos cada uno de nosotros. Porque pese a sus diferencias, tan obvias inicialmente, lo cierto es que ambas han sobrepasado sus propios límites.

La cuestión es que no siempre la apariencia es lo que constituye la realidad. Muchas veces es complejo diferenciar entre lo verdadero y lo falso, dada la imperiosa necesidad que tiene el ser humano de inventarse personajes para sobrevivir a esa realidad que muchas veces se nos escapa de las manos. Y cuando la apariencia se torna protagonista, arrastrada por esos valores que la sociedad actual ha convertido en verdaderos pero que no siempre lo son (consumismo, individualismo, éxito fácil), es muy sencillo alcanzar la infelicidad y, quizá desde ella, la locura, aunque no lo parezca. O bien dando la vuelta a las tornas y buscando la felicidad a partir de la locura.

En definitiva, una tragicomedia que obligará al espectador a ir diseccionando lo que le parece que es cordura de lo que no lo es, lo que es realidad y lo que es apariencia, haciéndole descubrir que aquello que parece tan lejano a uno mismo quizá esté más cerca de lo que pensamos.

Un campo que merece la pena investigar
Ángeles González Cuerda y Maribel Jara, dos actrices plenamente curtidas en el panorama del teatro independiente, protagonizan esta obra escrita y dirigida por el albaceteño José Pascual Abellán, diplomado en Pedagogía Terapéutica, maestro de Educación Especial y con experiencia en el campo de la esquizofrenia particularmente, por lo que afronta un problema que conoce muy de cerca y que, como él mismo reconoce, le interesa mucho. Y es que, según subraya, se trata de un tema muy complejo pero que realmente merece la pena investigar.

Por lo que respecta a la compañía, Teatro A Cuestas está formada por el propio José Pascual Abellán y por Doriam Sojo, quienes decidieron crearla con la disposición de “hacer nuestro propio escáner de la realidad para transformarla en materia teatral, en ilusión... En definitiva, en teatro”.