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Fundación de Cultura Ciudad de Cuenca
2013 - 11 de mayo a las 22:00h.  [Sala 1 - Teatro Auditorio de Cuenca]
Noche de Teatro

SI SUPIERA CANTAR, ME SALVARÍA. EL CRÍTICO

SI SUPIERA CANTAR, ME SALVARÍA. EL CRÍTICO: EL ENFRENTAMIENTO DE DOS HOMBRES CONTRA SÍ MISMOS

Juanjo Puigcorbé y Pere Ponce interpretan a dos personajes que se enfrentan en un asalto decisivo entre ellos y contra ellos mismos, en su visión del teatro y de la vida. Un texto de Juan Mayorga en el que “el teatro es la excusa, pero en el fondo se trata de hablar de la vida”.
En Si supiera cantar, me salvaría. EL CRÍTICO, “se enfrentan no sólo dos formas de entender el teatro y el lugar que el teatro ocupa en nuestras vidas. Se enfrentan también dos modos de estar en la vida. Se enfrentan, finalmente, dos hombres contra sí mismos”. Así de rotundo se expresa Juan Mayorga, autor de la obra, quien concibe ésta como “un combate; o más bien, el último asalto de un combate, el asalto decisivo”.
La obra da comienzo cuando el autor dramático Scarpa abandona la fiesta en la que se celebra el éxito del estreno de su última obra y se presenta, para sorpresa de éste, en la casa de Volodia, crítico teatral que le ha vapuleado desde sus inicios y que se dispone precisamente a escribir sobre la pieza que acaba de ver. Con ello se produce un encuentro, según apunta Mayorga, de dos “seres que no reconocen frontera entre la vida y el teatro”, y en el que se pondrá de relieve “nuestra necesidad de ser respetados por aquellos a quienes respetamos”.
Pese a ser un “combate” o un “asalto”, tal y como lo define su autor, lo cierto es que finalmente hay un punto de unión, y es la importancia de distinguir entre lo auténtico y lo falso, de detectar el valor de lo auténtico, una realidad que no se circunscribe sólo al teatro, sino que alcanza la propia vida. Algo que explica el director de la obra, Juan José Alfonso: “El teatro es la excusa, pero en el fondo se trata de hablar de la vida, de conocer hasta dónde llegan los principios del otro, de aprender… Incluso de enseñar y de buscar motivos que justifiquen su existencia”. Un enfrentamiento del que ambos personajes “saldrán magullados pero fortalecidos”.

Autor y crítico

Juan Mayorga ha creado en Si supiera cantar, me salvaría. EL CRÍTICO dos personajes aparentemente antagónicos pero que, como se ha apuntado, terminan por encontrar un punto en común. Volodia, el crítico, es la representación de ese personaje noble y digno, exigente y severo en su trabajo, que tras el cara a cara con su “contrincante” descubre que es igual de inflexible y riguroso con su propia vida. Todo en aras de conseguir esa autenticidad de la que se hablaba inicialmente.
Un personaje representado con maestría por Juanjo Puigcorbé en su vuelta a los escenarios después de 20 años, quien no sólo lo dice todo cuando le toca hablar, sino también con sus silencios, en las escuchas a su replicante.
Por su parte, el autor teatral Scarpa representa según Mayorga a ese personaje más negociador e incluso sobornable, ansioso del aplauso y del reconocimiento del público. Una forma de entender el teatro, pero también la vida, que pese a todo irá evolucionando a lo largo de la conversación entre estos dos personajes que en realidad llevan dialogando durante toda su vida pero que es ahora cuando celebran su primer encuentro cara a cara.
Es el actor Pere Ponce quien se encarga de dar vida a Scarpa, quien se introduce en este desafío interpretativo mostrando con veracidad el avance hacia un teatro basado en lo auténtico, en la veracidad.
Según señala el director, Juan José Alfonso, se trata de “dos grandes actores que nos harán discurrir por un mundo íntimo, lleno de emociones, vivencias, reflexiones inteligentes y buenas dosis de humor”. Y añade dirigiéndose al potencial público: “Puigcorbé y Ponce se calzan los guantes y se enfrentan en un duelo interpretativo del que nosotros, como auténticos voyeurs, disfrutamos a la espera, señores espectadores, del asalto final en el que con vuestro papel de jueces y de forma inapelable dictéis el veredicto”.

El reconocimiento del otro

Una vez analizados los personajes, cabe destacar un aspecto que se ha dejado entrever ya y que cuenta con gran importancia en esta obra teatral. Se trata de la necesidad del reconocimiento, que aquí aparece reflejado en muy distintos planos. Así, está por un lado el ansia de aplauso por parte del espectador que anhela Scarpa y que supone la reafirmación de su actitud ante el teatro y ante la vida.
Pero también aparece en EL CRÍTICO esa necesidad que pocas veces se pone de manifiesto de ser respetados por aquellos a quienes respetamos. Según lo explica Mayorga, “la necesidad –casi nunca confesada- que todos tenemos de un maestro –un maestro es lo que debería ser un crítico- o de un heredero –porque una crítica es una herencia-”.
Al final, la pugna que refleja esta obra no sólo es entre dos personajes, sino de ellos consigo mismos, representada en ese miedo al fracaso que en ocasiones les lleva a autoengañarse y a imaginar otras vidas porque ésta no les satisface o no les parece suficiente. Un aspecto que expone muy bien Juan José Alfonso al decir que “tal vez buscan justificaciones para creer que sus vidas han merecido la pena, o simplemente aspiran a ser respetados, o simplemente lo más difícil: queridos. Quizá pasan demasiado tiempo soñando vidas de otros u otras vidas, tanto que no son conscientes de que sus sueños pueden estar muy cerca, más cerca de lo que piensan, y en ocasiones tan cerca de ellos que les pasan desapercibidos”.

Visión del teatro y de las emociones

En definitiva, Si supiera cantar, me salvaría. EL CRÍTICO, muestra al espectador no sólo dos visiones del teatro, sino sobre la vida misma, y transmite toda clase de emociones que son perfectamente reconocibles. Todo ello presentado con humor e inteligencia, resultado de la conjunción de factores entre el texto, la dirección y los intérpretes.
El autor, Juan Mayorga, doctorado en Filosofía y licenciado en Matemáticas, es autor de textos teatrales como El traductor de Blumemberg, El sueño de Ginebra, Cartas de amor a Stalin, El chico de la última fila, El elefante ha ocupado la catedral o El cartógrafo. Además, ha escrito versiones de El monstruo de los jardines y La vida es sueño, de Calderón de la Barca; El gran inquisidor, de Feodor Dostoievski; Un enemigo del pueblo, de Henrik Ibsen; y Platonov, de Anton Chejov, entre otras. A lo largo de su carrera ha obtenido destacados premios como el Nacional de Teatro en 2007, el Valle-Inclán en 2009, el Max al Mejor Autor en 2006, 2008 y 2009, y el Max a la Mejor Adaptación en 2008.
El actor Juanjo Puigcorbé ha realizado más de 70 películas y tv movies, 50 de ellas como protagonista, así como más de 30 series de televisión y otras tantas obras de teatro. En teatro cabe destacar Peer Gynt, Dalí o Las amistades peligrosas. En cuanto a televisión, se pueden apuntar sus interpretaciones en Mariana Pineda, La huella del crimen, Pepe Carvalho, Cuéntame cómo pasó o Amar en tiempos revueltos.
En cuanto a Pere Ponce hay que destacar su interpretación en la versión de El hombre elefante, que le valió un Max a Mejor Actor de Reparto, así como las obras Himmelweg, Visitando a Míster Green, Un diso salvaje y Pluja Constant.

Duración estimada: 75 minutos
Edad recomendada: público adulto
Localidades: 18.00 €; club de amigos: 15.00 €; visibilidad reducida: 13.00 €
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