PODER ABSOLUTO, UNA AGRIA CRÍTICA A LA CORRUPCIÓN DE LA MANO DE EMILIO GUTIÉRREZ CABA

Con una temática y un planteamiento de, lamentablemente, rabiosa actualidad, Roger Peña Carulla presenta este thriller político que se centra en temas candentes como la corrupción y la voracidad de los mercados, ofreciendo un intenso combate dramático entre dos pesos pesados del actual escenario español, Emilio Gutiérrez Caba y Eduard Farelo.

Un prestigioso político aspira a la presidencia de su país. Todo está a su favor; todo, salvo algún trapo sucio por lavar. Para ello contará con la ayuda de un joven y ambicioso miembro del partido, sin olvidar que nada sale gratis ni nada suele ser lo que parece.

Ésta es la trama que encierra Poder absoluto, un thriller político que sigue la tradición del teatro de trama psicológico y que cuenta con un reparto de lujo: Emilio Gutiérrez Caba y Eduard Farelo, quienes afrontan en el escenario un atractivo combate dramático que pone en evidencia la razón por la que son dos pesos pesados del mundo artístico español actual. Algo que ya está demostrado en su impecable trayectoria lo cual, en estos momentos, se suma a su actual nivel de popularidad, acrecentado por su participación en conocidas series de televisión.

En la obra Gutiérrez Caba se convierte en Arnold Eastman, definido por el autor como “prestigioso político, de unos 70 años, con amplia experiencia de gobierno. Sobrio, elegante, está de vuelta de todo”. Por su parte, Farelo es Gerhard Bauer, “político de rápida ascensión, de unos 40 años. Tecnócrata. De temperamento algo inseguro”. Ambos irán conformando una tela de araña que no dejará indiferente al espectador y que, seguro, escandalizará a muchos.

Los protagonistas

Poco puede decirse a estas alturas de Emilio Gutiérrez Caba, uno de los rostros más conocidos del teatro, el cine y la televisión españoles. Procedente de una familia de artistas, también sus hermanas Irene y Julia se dedican a la interpretación, estirpe que continúa con su sobrina Irene Escolar. Desde que comenzase su carrera artística en los inicios de los años 60, nunca se ha bajado del escenario, en cualquiera de sus modalidades.

En el teatro ha interpretado papeles de autores clásicos como Calderón o Shakespeare, así como de otros contemporáneos como Jorge Díaz, Álvaro del Amo o Fermín Cabal. En cine, tiene a sus espaldas más de 80 películas desde La caza, Los chicos del Preu, La colmena o Las bicicletas son para el verano, hasta las más recientes La torre de Suso, Luna caliente o Cinco metros cuadrados. También en televisión cuenta con una amplísima trayectoria, estando actualmente en el candelero gracias a su protagonismo en la serie Gran Reserva.

En cuanto a Eduard Farelo, actor y doblador, es conocido especialmente por su papel en las recientes series Toledo, cruce de destinos, Ángel o demonio y ¿Hay alguien ahí? En cine destacan sus trabajos en No habrá paz para los malvados y Cruzando el límite, así como las obras teatrales L’Onada, Les tres germanes o Celebració.

Cabe destacar que es doblador habitual de Eric Bana, Edward Burns o Josh Lucas, entre otros, además de que ha puesto voz a personajes tan conocidos como Gollum (Andy Serkis) en El señor de los anillos o el senador Bail Organa (Jimmy Smits) en los Episodios II y III de La Guerra de las Galaxias.

El mundo de la corrupción

Poder absoluto se caracteriza por su, lamentablemente, tremenda actualidad. No en vano, temas como la corrupción y la voracidad de los mercados son la base de esta obra y son los que nos estamos encontrando a diario en los informativos de prensa, radio y televisión.

Y es que, según explica Roger Peña Carulla, autor y director de la obra, “lo cierto es que el hombre, en el ejercicio del poder, se deja tentar con demasiada frecuencia por dos pecados capitales: la soberbia y la avaricia. Si el primero es perverso, el segundo, movido hoy por la voracidad de los mercados, es un cáncer que está carcomiendo, cada día más, nuestros cimientos morales”.

Añade Peña Carulla que “vivimos en un país que prefiere salvar a los bancos antes que a sus ciudadanos, en un mundo empeñado en rescatar al gran capital, olvidando la miseria del tercer mundo y la de nuestras calles; y el teatro, la cultura en general, debe recordarnos lo que está ocurriendo”. Y es que, zanja, “lo bueno es que ésta no es una historia real; lo malo es que podría serlo”.

No en vano la trama de Poder absoluto pone al descubierto las vergüenzas de ciertos responsables de las clases dirigentes, convirtiéndose en una crítica a la corrupción y a la insensibilidad política que desenmascara la, en ocasiones, triste realidad de la vida pública. Un planteamiento, sin duda alguna, tan actual que cautiva al público desde su inicio.

El conjunto de ingredientes que componen la obra, destacando tanto la trama como el reparto, hacen de Poder absoluto una apuesta segura. Tras su paso durante varios meses por Barcelona y Madrid, comienza su gira por el resto del país, abarcando un buen número de capitales de provincia, incluida la nuestra. Cabe destacar también que la obra ha sido finalista de los Premios de Teatro Bartrina, aunque seguro que paulatinamente obtendrá más reconocimientos.