LA GRAN CONCHA VELASCO PROTAGONIZA LA TRAGEDIA DESGARRADORA DE HÉCUBA DE EURÍPIDES

La historia de la reina que pasa a ser esclava y que se transforma en su cólera para hacer justicia a través de la venganza, manteniendo su dignidad por encima de todo, llega al Teatro Auditorio con el recuerdo aún vivo de su estreno en el Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida, en el que fue ampliamente ovacionada y admirada por público y crítica.

La desgarrada Hécuba que interpretase magistralmente Concha Velasco con enorme éxito en el Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida en su última edición, en la versión de Juan Mayorga y bajo la dirección de José Carlos Plaza, será una de las obras estrella de la temporada en el Teatro Auditorio de Cuenca, donde podrá disfrutarse en el mes de abril.

Un “enorme personaje” éste que creó Eurípides, en palabras de Mayorga, que “nació en un palacio, esposa de rey y madre de hombres llamados a ser reyes, y que hoy sólo espera la hora de ser arrastrada como esclava hacia tierra extranjera”. Pero, añade, “qué paradoja que precisamente entonces, cuando parecía más débil, esta madre desdichada se revuelva –con furia animal, pero también cargada de razones- y devuelva un golpe tan irreparable como el que ella recibió”.

Cabe recordar que Hécuba, que se inicia en la desolación de la destrucción tras la batalla perdida, narra la historia de esta reina que pasa a ser esclava tras la reducción de Troya y que queda desgarrada por el dolor tras la muerte de sus hijos. Y es que, como ya se dijera en su estreno en el Festival de Mérida, “el inmenso dolor que produce no desaparece, sino que permanece enraizado en el alma y transforma al mortal en animal; un animal apaleado, sí, pero al mismo tiempo un animal cargado de esa pasión del alma colérica que convierte al ser humano en bestia irracional que, cegado por esa rabia que le emponzoña, le conduce hacia la venganza”. En definitiva, “no son los dioses los que transforman a Hécuba en perra, sino la injusticia, la traición y la ignominia, los verdaderos dioses de esta historia”.

Son sólo maravillas hacia la obra clásica de Eurípides las que lanza Juan Mayorga, quien asegura que “Hécuba es, con más derecho que cualquier otra jamás escrita, la tragedia de la venganza”. Y es que “a diferencia del vacilante Hamlet, y con más determinación que ningún otro vengador que haya pisado la escena, Hécuba no vacilará, erigiéndose a un tiempo en acusador, juez y verdugo”.

Pero también son todas alabanzas las que lanza hacia este montaje en concreto, afirmando que “ha sido un privilegio dar de nuevo palabra y acción a la vieja Hécuba y a los otros extraordinarios personajes de la tragedia de Eurípides, como ha sido un honor trabajar otra vez para el Festival de Mérida junto a mi admirado José Carlos Plaza y hacerlo para la enorme actriz Concha Velasco”.

En este punto hay que destacar que tras su representación en el citado Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida resultó ampliamente ovacionada, poniendo en pie a la totalidad del público que disfrutó de esta obra maestra. Sobre ella se destacó profundamente la interpretación de la actriz vallisoletana, la cual magistralmente evolucionaba de la inteligencia y la sensatez a la profunda cólera que le lleva a ejecutar su venganza justiciera.

Junto a Concha Velasco protagonizan esta obra José Pedro Carrión en el papel de Ulises, Juan Gea en el de Agamenón, Alberto Iglesias como Poliméstor y María Isasi como Políxena, acompañados de Pilar Bayona, Luis Rallo, Alberto Berzal y otros grandes que rebosan realismo en sus interpretaciones en este montaje en que la iluminación corre a cargo de Toño Camacho, el sonido y la música original de Mariano Díaz, el vestuario de Pedro Moreno y la caracterización de Juan Pedro Hernández.

Dirección y versión

La dirección y escenografía de Hécuba están en manos de José Carlos Plaza, quien en 1965 se unió, como miembro fundador, al Teatro Experimental Independiente, en el que permaneció hasta 1977, compaginando esa labor con la dirección del local Pequeño Teatro de Madrid desde 1971 a 1981. En 1977 se asoció a William Layton y Miguel Narros en el proyecto Teatro Estable Castellano, que codirigió hasta 1988, además de que es fundador y profesor de Interpretación y Dirección de la escuela privada madrileña Laboratorio William Layton. Finalmente, cabe destacar que ha sido director del Centro Dramático Nacional (Teatro Nacional de España) desde 1989 hasta 1994.

Plaza ha dirigido numerosos espectáculos, siendo algunos de los más conocidos Tengamos el sexo en paz, de Darío Fo y Franca Rame; Fedra, versión de Juan Mayorga; Sonata de otoño, de Ingmar Bergman; La rosa tatuada, de Tennessee Williams; o Antonio y Cleopatra, de William Shakespeare. Además, entre otros muchos galardones ha recibido el Premio Nacional de Teatro en 1967, 1970 y 1987, el premio Mayte, el Fotogramas o el Ciudad de Valladolid.

Sobre la escenografía para esta obra, de gran sobriedad, hay que destacar los juegos de sombras y la recreación del humo de la ciudad destruida y en ruinas, que dotan de gran realismo el espacio en el que se desarrolla la tragedia.

Por su parte, Juan Mayorga, responsable de la versión de la obra, es uno de los dramaturgos más reconocidos de la escena española y uno de los autores más representados del mundo, destacando entre sus obras La paz perpetua, Himmelweg y Cartas de amor a Stalin. Su trayectoria ha sido reconocida, entre otros, con el Premio Nacional de Teatro en 2007, el Premio Valle-Inclán en 2009 y varios Premios Max de las Artes Escénicas.

Como datos destacados se pueden añadir que en 2007 adaptó Fedra para el Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida, el cual abrió aquella edición y que su obra El chico de la última fila fue adaptada al cine por François Ozon con el título En la casa, ganadora de la Concha de Oro en el Festival de Cine de San Sebastián de 2012.

Esta adaptación de Hécuba por parte de Mayorga ha sido calificada de excelente, subrayando especialmente su capacidad para ofrecer un lenguaje más actual manteniendo la fuerza y el vigor de esta obra clásica que está basada en la tragedia humana por excelencia, como es la muerte de los seres queridos.

Concha Velasco, actriz con mayúsculas

La gran Concha Velasco es una de las actrices más reconocidas del panorama de la interpretación española desde sus comienzos, con una larga trayectoria en cine, teatro y televisión, además de ser ampliamente querida y respetada por el público. Nacida en Valladolid en 1939, estudió desde muy temprano ballet clásico, danza española, solfeo en el Conservatorio Nacional de Música y Danza de Madrid, y Arte Dramático entre los diez y los veinte años.

Ha recibido numerosísimos reconocimientos durante toda su trayectoria, destacando especialmente el Premio Nacional de Teatro en 1972, la Medalla de Oro a las Bellas Artes en 1987, el TP de Oro Especial Toda una Vida en 2007, el Premio Internacional Cristóbal Gabarrón de las Artes Escénicas en 2008, la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo en 2009, el Premio de la Academia de Televisión a Toda una Vida en 2009, el Premio Toda una Vida de la Unión de Actores en 2011 y el Goya de Honor en 2012.

Su papel de Hécuba, en su estreno en el Festival de Mérida, supuso toda clase de críticas ensalzadoras, en las que se coincidió en señalar la magnífica interpretación de esta gran actriz, destacando su fuerza y su carácter, su capacidad para convertirse en esa reina que pasa a esclava pero que jamás llora y que, por encima de todo, mantiene su dignidad, ejecutando una venganza a través de la cual busca hacer justicia.

La unión de todas estas grandes figuras, cada una a su nivel –versión, dirección, interpretación, etc.- hacen de este montaje una cita imprescindible que, seguro, no dejará a nadie indiferente.