FÉLIX ALBO AÚNA RISA Y TERNURA EN SU ESPECTÁCULO PESPUNTES

Desde la sencillez y la sutileza, el artista provocará en el espectador una convulsión emocional que lo transportará de la risa delirante al silencio absoluto en apenas unas cuantas palabras.

Con la excusa de montar el trabajo interno del proceso de creación de un personaje se inicia el nuevo espectáculo de Félix Albo, Pespuntes, resultado de la madurez de este artista. A partir de la mirada del creativo, la obra se va desarrollando a través de las distintas etapas de la vida de ese personaje ficticio que se mueve entre la ironía y la ternura.

Así, se va mostrando la evolución del peculiar personaje desde la infancia, en que es feliz con sus rarezas, pasando por la disparatada adolescencia hasta llegar a la madurez sobria y calma. El público, pues, va viendo sobre el escenario cómo se va definiendo la personalidad desde el mismo nacimiento; pero también es testigo de cómo el personaje se revela ante su destino “desobedeciendo” a su creador, el cual entra en lo que denomina “bloqueo creativo”.

Continúa el desarrollo del argumento con la búsqueda de la salida a ese “bloqueo”, en la que volverá a aparecer el personaje bocetado recobrando una fuerza y una definición impactantes.

Félix Albo ofrece con Pespuntes un espectáculo de técnica sencilla pero de una sorprendente intensidad. En un tono juglaresco y un ritmo cercano a la comedia, provocará en el espectador momentos de ternura junto con otros de hilarantes carcajadas.

El propio autor define la obra como “una tierna comedia unipersonal” y añade para definirla un texto poético:

Y sí, hay amor, pero no hay que olvidar
que Félix Albo es mediterráneo.
Y también hay guardia civil
pero esta vez es un secreta, y se le ve poco.

Y la vida, claro, como una fiesta, que es como gusta vivirla,
que va zurciendo, cosiendo y recosiendo; dando puntadas aquí y allá.

Y un amanecer único, y un amor envidiable, y un mes de
agosto en la memoria, y vuelta otra vez a pasar, con el hilo,
con la aguja, otro pespunte, arriba, abajo, adelante, atrás.

La infancia, el crecimiento y, cómo no, la muerte.
Y otra vez, a bailar.

El arte de la palabra de Félix Albo

Fue en el año 1994 cuando Félix Albo, con el arte de su palabra, se puso por primera vez delante de un público adulto y esta experiencia le atrapó. Desde entonces, con empeño y esfuerzo, y con un continuo trabajo de investigación, formación y creación, ha terminado por convertirse en uno de los artistas más relevantes en este oficio de modelar con la voz.

Albo centra su trabajo en la palabra, basándose en la evocación, en la ironía, en el sarcasmo y en un humor alejado de lo zafio y vulgar. Con ello consigue que el espectador experimente una convulsión emocional que lo transporta de la risa delirante al silencio absoluto en apenas unas cuantas palabras. Todo ello sin utilizar un decorado barroco o un diseño de luces deslumbrante, pues precisamente su arte se basa en la sutileza y en la sencillez.

El artista ha recorrido un buen número de festivales con sus espectáculos, no sólo en escenarios nacionales sino también en los de países como Argelia, Bolivia, Colombia, Francia, Italia, Marruecos, México o Venezuela. En el caso de las dos temporadas pasadas participó con Artes Escénicas en el espectáculo Las cuatro esquinas.

En esta ocasión seguro que vuelve a emocionar, a hacer reír y a provocar la reflexión y el debate. Porque, como el propio Albo se pregunta, “¿para qué si no existe el arte?”