LA ALOCADA VERSIÓN DE EL EUNUCO DE TERENCIO, ENTRE LA COMEDIA DE SITUACIÓN Y EL VODEVIL
Historias entremezcladas de nueve curiosos personajes que derivan en toda clase de equívocos es lo que conforma esta divertida y libre versión de El Eunuco de Terencio, a cargo de Jordi Sánchez y Pep Anton. Conocidos actores de nuestro panorama nacional protagonizan esta propuesta, como Alejo Sauras, Anabel Alonso, Pepón Nieto, Jorge Calvo o Antonio Pagudo.
El Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida fue el marco en el que se presentó la audaz y divertida versión libre de Jordi Sánchez y Pep Anton Gómez de El Eunuco, la clásica comedia de Terencio, que supuso un absoluto éxito. Una obra en la que se interrelacionan nueve personajes enloquecidos por el amor, el dinero, la pasión, el orgullo, los celos y, sobre todo, los múltiples equívocos.
Se trata de un original montaje que discurre entre el teatro clásico grecolatino y el musical, entre la comedia de situación y el vodevil, y que se desarrolla con un ritmo ágil y trepidante mientras se entrecruzan toda clase de disparatadas historias.
La acción se sitúa en Atenas, donde un joven fogoso con las hormonas alborotadas se enamora de una esclava. La esclava lo es de una cortesana cuyo amante es el hermano mayor del fogoso joven. Dicho hermano mayor decide hacer un regalo a la cortesana y le compra un eunuco, de lo cual se entera el joven. Así, sabiendo que es difícil acceder a la casa de la cortesana para poder enamorar a la esclava, el joven decide suplantar y reemplazar al eunuco, comenzando entonces toda clase de líos y confusiones.
Una serie de equívocos y un creciente enredo en los que también participan un criado que no se entera, una criada despistada y un soldado enamorado de un general que no sabe lo que quiere, entre otros.
Alejo Sauras, Anabel Alonso, Pepón Nieto, Jorge Calvo, Antonio Pagudo, Marta Fernández Muro, María Ordóñez, Jordi Vidal y Eduardo Mayo dan vida a los curiosos personajes que van desarrollando esta obra bajo la dirección de Pep Anton Gómez, con coreografía de Chevi Muraday y dirección musical de Tao Gutiérrez, mientras que la composición corre a cargo de Asier Etxeandia y del mismo Tao Gutiérrez.
Parece que el objetivo de esta revisión del clásico pretende lograr un acercamiento cada vez mayor del público con el teatro, en este caso con una de las comedias de Terencio, reto que sin duda se ha conseguido visto el amplio número de espectadores que acudieron a ver la obra en el Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida y que están disfrutando de ella durante la gira por los escenarios nacionales, así como lo demuestran los premios obtenidos hasta el momento.
Y es que esta original propuesta ha obtenido ya destacados reconocimientos, como el Premio Ceres del Público al Mejor Espectáculo de la 60 edición del Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida, el Premio Ceres de la Juventud a María Ordóñez y el Premio del Público al Mejor Espectáculo en el Festival de Teatro, Música y Danza de San Javier 2014.
“Versión felizmente libre”
Los responsables de esta curiosa propuesta, Pep Anton Gómez y Jordi Sánchez, apuntan que es “una versión que hemos querido denominar como felizmente libre. Felizmente, entre otras cosas, por lo bien que nos lo hemos pasado escribiéndola y libre porque ha acabado siendo un poco de todo”.
Poco podría imaginar Publio Terencio Africano, quien vivió entre el 185 y 159 a.C., que esta revisión de El Eunuco, una de sus seis comedias en verso, tendría tal éxito en su renovada imagen. El autor tuvo una gran influencia en su tiempo por sus obras y por su pureza con el latín.
Esta obra en concreto fue la que más éxito tuvo de sus seis comedias y en ella integró a personajes típicos como la esclava, la cortesana o el soldado fanfarrón, así como el eunuco que da título a la obra, estereotipos mantenidos en la versión que ahora llega al Teatro Auditorio de Cuenca. Eso sí, aunque se mantiene la esencia de los personajes la trama y, sobre todo, su desarrollo, ha sido modificada en gran medida, creando algunos personajes y eliminando otros, creando nuevas situaciones y, sobre todo, poniéndolas en escena de una forma totalmente novedosa para una comedia clásica.
La obra, en su nueva versión, se desarrolla con total normalidad y orden entre música, coreografías y pasos de baile, que desatan las carcajadas y los aplausos del público, y que los acercan aún más al escenario, ayudados por un lenguaje muy contemporáneo, la iluminación, la escenografía y el vestuario, en el que se mezclan estilos de todas las clases y épocas.
Así, entre idas y venidas por los numerosos pasillos, entre las entradas y salidas de los personajes, se va desarrollando el enredo y se van incrementando las risas de los espectadores. Una magnífica noticia pues, en los tiempos que corren, conseguir hacer reír al público como se hace con El Eunuco es una de las cosas que más mérito tiene.