EL BOLERO DE VÍCTOR ULLATE: CONTRASTE ENTRE LA FEMINIDAD Y LA MASCULINIDADLa nueva coreografía del genial nombre de la danza española rinde homenaje a la composición y a los ballets de los años 20 del siglo pasado, momento en el que se cambió la concepción de la danza como algo exclusivamente femenino.
El contraste entre la feminidad y la masculinidad es la identidad de Bolero, la última creación de Víctor Ullate. Inspirada en la pieza musical de Maurice Ravel y ambientada en la década de los años 20 del siglo pasado, rinde homenaje a la época de la composición y a los ballets de entonces, que cambiaron la concepción de la danza como algo exclusivamente femenino.
En esta nueva versión de Ullate se vuelve a la coreografía original, en la que una pareja es el eje central. En cuanto a la puesta en escena, se basa en la dicotomía hombre-mujer, con un elenco que siempre hace su aparición por parejas.
Bolero llega esta temporada al Teatro Auditorio bajo la dirección artística de Eduardo Lao y con música interpretada por la Argentinita. La iluminación corre a cargo de Paco Azorín, el vestuario de Ana Güell y la confección del mismo de Amparo Coll.
Junto a Bolero, el escenario acogerá otros dos títulos, pues se trata de un programa mixto el que llevará a cabo el Víctor Ullate Ballet – Comunidad de Madrid: Jaleos y Après Toi. La primera es una de las piezas más ovacionadas del genial bailarín y coreógrafo. Estrenada en el City Center de Nueva York el 2 de octubre de 1996, regresa ahora con una puesta en escena actualizada.
En cualquier caso, la esencia de lo español queda reflejada en esta coreografía clásica de alta exigencia técnica y de complejos movimientos individuales y de grupo. Y en este caso, es Luis Delgado quien se ocupa de la música, Eduardo Lao del vestuario y Paco Azorín de la iluminación, nuevamente.
Finalmente, Après Toi es una pieza compuesta por Ullate como homenaje a su maestro, Maurice Béjart. Su significado lo definía ya él mismo al decir que “la música me transporta a lugares imaginarios, me recuerda situaciones y momentos pasados; hay determinadas obras que están asociadas a la imagen de determinadas personas, como me sucede con la Sinfonía nº7 de Beethoven, pues va intrínseca al recuerdo de Maurice”.
Y añade: “Existe en mi mente un paralelismo inevitable entre la música de Beethoven y la personalidad de Maurice: delicadeza, genialidad y magnificencia son características comunes. Mi más emotivo agradecimiento por lo transmitido y enseñado que, orgulloso, reflejaré, eso sí, siempre après toi (después de ti)”.
Los nombres vuelven a repetirse, como no puede ser de otra forma. Y si Víctor Ullate es el alma de la coreografía y del vestuario, Eduardo Lao lo es del montaje y la iluminación.
Una compañía con más de 25 años de éxitos y de calidadVíctor Ullate fundó en el año 1988 la compañía que lleva su nombre, que recientemente cumplió los 25 años de trayectoria y que adquirió la denominación ‘Comunidad de Madrid’ en 1997. Ullate es el director, quien cuenta desde 1999 con Eduardo Lao como director artístico.
La compañía se convirtió pronto en cantera de bailarines estrella y en un emblema de la danza en España, característica que ha mantenido a lo largo de todo este tiempo, durante el cual el rigor y la exigencia han sustentado la selección y formación de bailarines, la elección y creación de coreografías, la creatividad y el nivel de los espectáculos; todo ha hecho que la calidad se mantenga constante en este tiempo.
Sobre el repertorio, en estos cinco lustros ha abarcado todas las facetas del ballet, convirtiéndose algunos de los espectáculos de la compañía en referentes. Como ejemplos se pueden poner clásicos como Giselle o Don Quijote, actualizados por Víctor Ullate, del último de los cuales llegó a decir el crítico neoyorkino Clive Barnes: “Me he quedado impresionado. Miren a estos bailarines. España ya no es solamente el hogar del flamenco”.
Es inevitable también hacer referencia al repertorio internacional de las coreografías, pues la compañía ha interpretado piezas emblemáticas de George Balanchine, Maurice Béjart, Hans Van Manen, Jan Linkens, Nils Christie, William Forsythe y Micha Van Hoecke. De hecho Maurice Béjart le cedió expresamente El pájaro de fuego, Opus 5, 7 Danzas Griegas, Nomos Alpha y Bakthi, obras maestras que en vida del gran coreógrafo marsellés solamente interpretaron, además de su propia compañía, el Ballet Víctor Ullate, la Ópera de París y el Ballet de Tokio.