EL RUSSIAN NATIONAL BALLET PONE PASOS DE BAILE A ‘LA BELLA DURMIENTE’

De la mano de su fundador, Sergei Radchenko, sube a escena la obra que dedica a la que fuera su pareja de baile durante más de 20 años, Maya Plisétskaya. Con música de Tchaikovsky y libreto de Charles Perrault, versionando de los Hermanos Grimm, la historia de hadas reluce con la maestría de la danza clásica rusa.

“Ella fue el rayo de luz en el que tuve la suerte de sumergirme”. Ésta es la dedicatoria que el legendario solista del Teatro Bolshoi de Moscú y fundador del Russian National Ballet, Sergei Radchenko, dirige a la que fuera su pareja de baile durante más de 20 años, Maya Plisétskaya, a quien dedica La bella durmiente, título esencial de la compañía.

La música de Piotr Tchaikovsky en el libreto de Charles Perrault, versionado de los Hermanos Grimm, protagoniza este ballet en cuatro actos con prólogo, cuya coreografía corre a cargo de Marius Petipa. Una danza de mano de los solistas María Klyueva, Alexandra Kryukova, Konstantin Marykin y Nurlan Kinerbaev.

La historia da comienzo en su prólogo con el bautizo de la princesa Aurora, al que han sido invitadas las hadas para que sean sus madrinas, excepto la malvada Carabosse, que irrumpe con su presencia expresando su enfado y regalando un huso a la pequeña, anunciando que un día se pinchará un dedo con él y morirá. El Hada de las Lilas, que aún no ha ofrecido su regalo, promete que la princesa no morirá, sino que caerá en un profundo sueño.

Los actos –El hechizo, La visión, La boda-, se van desarrollando hasta finalizar con la boda del príncipe Florimund y la princesa Aurora, con la presencia de los personajes de los cuentos de hadas y la bendición del Hada de las Lilas al matrimonio.

Ballet independiente dentro del marco clásico ruso

Sergei Radchenko funda el Russian National Ballet en 1989, con el fin de reunir los elementos más clásicos de las grandes compañías aunando el ballet independiente con el marco clásico ruso. Desde sus inicios pone en escena atemporales historias como Giselle, Don Quijote y Carmen, y completa giras por toda Europa.

Con el tiempo, la compañía se especializa en los ballets más complejos del siglo XX, como La Cenicienta, Romeo y Julieta, Flor de piedra y La edad de oro. Y traspasa fronteras, recorriendo Estados Unidos de costa a costa, mostrando su amplio repertorio. En conjunto, más de 20 años mostrando por todo el mundo la grandeza y maestría de la danza clásica rusa.