El que cuenta, su mal contenta. Porque cuando estamos llenos de males, lo mejor es lucirlos, reírnos de ellos, darles cuerpo y transformarlos en animal para que salgan corriendo.
La envidia, la desobediencia, el desapego, o la culpa lucen piel de Caimán o de León, de Leopardo o de Serpiente.
Animales que fueron paridos al principio de los tiempos en el inicio de una noche como esta, en la que están a punto de comenzar los cuentos.
FESTIVAL D’PALABRA: CONTADORES DE HISTORIAS SIN ARTIFICIOSFélix Albo, Alicia Bululú y Oswaldo Pai son los tres grandes nombres que protagonizan esta iniciativa de narración oral, consolidada tras doce años de existencia. Un recurso cultural, educativo, dinámico e innovador que busca seducir al público y despertar sus emociones con historias nuevas y frescas.
Doce velas son las que sopla en esta edición el Festival de Narración Oral D’Palabra. Un tiempo que ha servido para consolidar esta iniciativa en la que la palabra se muestra sin artificios y se lanza directa a la parte humana más emocional, y en el que se ha formado un público fiel, pero que a la vez permite mantener la frescura de ofrecer nuevas e interesantes propuestas.
Las cifras avalan este encuentro. No en vano, en su última edición disfrutaron del mismo más de 350 estudiantes de Secundaria, un número superior a los cien universitarios, casi 600 adultos y un buen número de familias, todos los cuales participaron en alguna de las doce actividades celebradas durante tres días.
Nuevamente, son tres grandes nombres los que protagonizan la actual edición de D’Palabra: Félix Albo, Alicia Bululú y Oswaldo Pai. Del primero, poco nuevo que decir que no sepan ya los conquenses que le han disfrutado en sus numerosas actuaciones en la ciudad. Sus propuestas combinan de manera sorprendente el humor y la ternura, y sus historias y sus personajes resultan tan cercanos que el público no duda en dejarse llevar rápidamente por su encanto. Y, como es habitual, estrena espectáculo en el festival.
Alicia Bululú se presenta con tres claves: su mirada, su ritmo y su acento. Presume de haber nacido “en la Vega del Guadalquivir, lugar de tierra fértil”, y asegura que “llevo a mi tierra en los bolsillos y a través de sus historias me he visto crecer”.
Finalmente, Oswaldo Pai, uno de los pocos narradores que no solamente hace malabares con las palabras, sino también con pelotas y objetos que son tan sorprendentes como las propias historias que ilustran. Asombro, sorpresa y encantamiento llenan su espectáculo, que redondea el programa de este festival.
Son, en definitiva, tres profesionales que desarrollarán su trabajo a través de tres espectáculos unipersonales en cada una de las noches en que se desarrolla D’Palabra, así como en una sesión colectiva, igualmente nocturna, en la que las tres perspectivas se unirán aportando dinamismo y cercanía.
El objetivo, llegar a toda clase de públicoGenerar público es uno de los objetivos que persigue este festival, y además diversificado entre todas las edades y gustos. Por ejemplo, se convoca al alumnado de Secundaria para que disfrute con dos sesiones específicas destinadas a espectadores de su edad. Eso sí, esto como enganche para intentar lograr que continúen la diversión con las funciones nocturnas.
También para las familias hay un espacio propio. Dos sesiones, una matinal y otra vespertina, y una charla divulgativa. La idea es asistir a una sesión de cuentos, fomentando la participación e incitando a que los miembros del clan, ya en casa, recuerden los cuentos escuchados y los relaten de nuevo; éstos y muchos otros más, favoreciendo la cohesión y comunicación familiar.
El programa es, por tanto, muy completo, y cubre todo un diverso abanico de público, que puede participar asimismo en las charlas y seminarios incluidos. Incluso tras cada espectáculo nocturno se establece un espacio conversacional entre el artista y el público que lo desee, para comentar cualquier aspecto sobre el show que resulte de interés para los presentes. Todo ello, con el fin de que las actividades sean muy interactivas y que el público sea activo y se aproxime al artista y a su arte.