DE SCHUMANN A STRAUSS.
CANCIONES CON SABOR DECIMONÓNICO


La canción alemana, el Lied, nació en contraposición a la gran aria barroca, fortaleciéndose contra el verismo italiano. Las exigencias vocales de agilidad, adornos y, en muchos casos, amaneramientos interpretativos, dio paso en Centroeuropa, sobre todo en la Viena de Schubert, a una nueva expresión de la canción. La inteligibilidad del texto y el cuidado acompañamiento del piano hicieron de estas canciones el paradigma del romanticismo.

Se hicieron famosas las shcubertiadas, cuando la burguesía se reunía en salones privados a escuchar y disfrutar de, por ejemplo, los textos de Goethe o Müller puestos en música por Schubert o Schumann. Un deleite de expresividad y buen gusto que todavía se cultiva, que despierta pasiones en Bohemia, Baviera y Austria, con festivales monográficos. Una alícuota de esas veladas schubertiadas es lo que nos ofrecerán la soprano Teresa García Villuendas y David Aijón sentado ante el fortepiano.

Son dos intérpretes que comparten la determinación de mantenerse muy en forma para captar al oyente esquivo y ajeno a este tipo de música. Aijón, buscador curioso y multi instrumentista, se acercó al violín, guitarra, teclados y flautas históricas siguiendo una temprana vocación, obteniendo sendas licenciaturas en Piano y Composición (Carnegie-Mellon University) y un máster en Teoría de la Música (The Mannes College of Music). En Cuenca su instrumento será un fortepiano de época, una copia del Conrad Graf de 1819 (similar al que tenía Schubert en su estudio) realizada por Paul Mc Nulty, en Praga. Su timbre, menos intenso y permanente que el piano pero más aterciopelado y mate, es ideal para este repertorio.

Teresa G. Villuendas se licenció en el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid y amplió en Londres su formación vocal y en Artes escénicas (Interpretación, Danza, Técnica Alexander...). Su voz, expresiva y ancha, junto a su delicada vocalización, hace pareja ideal con el sonido del fortepiano de Aijón.
Lieder de Schumann y Richard Strauss nos harán disfrutar de una agradable schubertiada. Un programa ameno, intenso y atrevido el que nos proponen Teresa y David. Ambos nos invitan a dejarnos llevar por una música inmensa y maravillosa que tienen la suerte de honrar cada día que la interpretan, cuando descubren algo nuevo. Se complacen en compartirla con los aficionados conquenses que les acompañen, deseosos de que la velada sea de su agrado.