Todas las contradicciones del ser humano, en la mente de Hamlet
HAMLET, de Miguel del Arco
Precedido de un gran éxito de crítica y público tras su estreno el pasado 18 de febrero en el Teatro de la Comedia, el Hamlet que hoy les proponemos resulta tan atractivo que asusta tener las expectativas tan altas. Sin embargo, en él se conjugan una suma tal de talentos que estamos seguros de que gozaremos de una obra de arte de primer orden, de las que no se olvidan al caer el telón.
Antes de estrenar Hamlet, la Compañía Nacional de Teatro Clásico y Kamikaze, coproductores del montaje, ya habían vendido todas las entradas. Las ovaciones se han sucedido noche tras noche, así como en las matinés dedicadas a los estudiantes de Secundaria.
No es para menos: el bardo de Stratford-upon-Avon, W. Shakespeare, el dios de la literatura dramática, como autor del texto; Hamlet, una de las obras de teatro clásico más desafiantes para actores y directores, una cumbre; un equipo actoral de lo más solvente encabezado por Israel Elejalde a quien ya le han calificado de descomunal, soberbio, sublime…; uno de los directores de vanguardia más respetados hoy en día en la escena española: Miguel del Arco, cuyos trabajos quedan tocados por las estrellas, por la excelencia, siempre versionando los textos clásicos de una manera absolutamente personal para subrayar su vigencia, desde el respeto, pero sin miedo, sin complejos y sin concesiones; y, por último, pero en el inicio de este proyecto, la Compañía Nacional de Teatro Clásico, que dirige Helena Pimenta, quien le hizo el encargo a Miguel del Arco.
El ser y el no ser a un mismo tiempo“Enfrentarse a Hamlet tiene algo suicida, lo que no es una mala premisa de partida ni para mí, que soy un Kamikaze, ni para el Príncipe, cuya conciencia anhela en no pocas ocasiones darse muerte para dejar de sufrir”, explica Del Arco. Y añade una cita de Harold Bloom: “Hamlet tiene una mente tan poderosa que las actitudes, los valores y los juicios más contrarios pueden coexistir dentro de ella coherentemente”.
“El ser y el no ser a un mismo tiempo –continúa el dramaturgo– y de forma tan ilimitada como él mismo es capaz de pensarse, el sueño de una conciencia infinita. Un poema ilimitado habitado por un personaje ilimitado sobre un escenario que es puro espacio mental. Me agarro a la frase de Nietzsche: ‘¡Contradícete a ti mismo! Para vivir es necesario permanecer dividido’.”
Cuenta Miguel del Arco que para esta obra, su primer Shakespeare, trabajó con unas 16 traducciones y que todas eran diferentes. Al final, se decidió por el original en inglés para escribir una versión que se metiera en “el espacio mental de Hamlet”.
Así, el director nos sitúa en la mente atormentada del Príncipe de Dinamarca, sumido en un profundo dolor en apariencia por la muerte de su padre, pero en realidad por su propia existencia que se le antoja insoportable. A partir de ahí, unas veces iracundo y perturbado, vengativo y cruel, otras atormentado y tierno como un inocente huérfano, y otras sarcástico y humorístico, el Príncipe Hamlet explora todas las emociones humanas en una historia que acaba en tragedia como todos sabemos.
El Hamlet que nos presenta Miguel del Arco y todo su sobresaliente equipo destila poesía por todas partes. Con unos medios más que sencillos: una cama, unas cortinas, proyecciones, el resultado no puede ser más completo, bello y dinámico a pesar de su duración, que sobrepasa las dos horas.
Israel Elejalde, Príncipe de Dinamarca
El papel del Príncipe Hamlet termina de consagrar a este actor que acababa de perder a sus padres cuando Del Arco le propuso interpretar al protagonista de la obra. “La primera sensación que tuve es que era el momento porque creo que Hamlet es, básicamente, un hombre atravesado por un dolor profundo y por la sensación de orfandad, que es una de las cosas más dolorosas que hay”. La crítica ha sido unánime con él en su perfecta técnica y su talento para transmitir al público la complejidad del Príncipe de Dinamarca.
El resto del reparto ha sido asimismo aplaudido por la mayor parte de la crítica y del público. Siete intérpretes que en total se meten en la piel de catorce personajes. Junto a Elejalde, Ángela Cremonte, Cristóbal Suárez, Ana Wagener, José Luis Martínez, Daniel Freire y Jorge Kent.
Pasión, creatividad, talento y trabajo en equipo
Miguel del Arco (Madrid 1965) se ha consolidado como uno de los directores de teatro más importantes de la escena contemporánea española. Actor, guionista de cine y televisión, productor y director con más de veinte años de oficio, ha sabido conjugar pasión, creatividad, talento y trabajo en equipo para llevar a escena algunos de los éxitos más sonados de los últimos años con la compañía Kamikaze Producciónes, fundada junto a socio Aitor Tejada.
Su prestigio también se refleja en los premios recibidos: Mención Especial en los Premios María Guerrero 2015 (Buenos Aires), Premio Valle Inclán 2012 a la Dirección de teatro, Premio de Cultura 2012 por la Comunidad de Madrid, Premio Taules al Mejor director, Premio Ceres 2012 al Mejor Director, Premios Max 2012 a Mejor Adaptador y Mejor Espectáculo; y Premios Max 2011 al Mejor Director, Mejor Adaptador y Mejor Espectáculo.
Por su parte, su productora, fundada con su socio Aitor Tejada, ha recibido los Premios Ceres 2015 a la Mejor Trayectoria Empresarial y al Mejor Espectáculo en 2014 por Misántropo; y Premios Max 2012 y 2011 al Mejor Espectáculo por Veraneantes y La función por hacer , respectivamente, y al Mejor Productor Privado.