PEQUEÑA MAX
O CÓMO ACEPTARSE A UNO MISMO

Aceptar a los demás, tengan los defectos que tengan, es el mensaje que trae la compañía Arena en los Bolsillos con esta obra para bebés que utiliza la estimulación sensorial como medio para contar historias a los niños más pequeños de la casa.

Max es una joven que necesita siempre estar sola, por lo que busca su felicidad lejos de las miradas feroces de los demás. No quiere ser criticada porque nació con un pie de aleta, y prefiere vivir tranquila.

La sociedad la margina continuamente por ese pie de aleta. Por eso, Max necesita intimidad y construye con objetos desechados su propio universo, un bosque de metal que circunda entre lo real y lo imaginario, donde ella se recluye para protegerse de las críticas. Pero todo esto se tuerce cuando un intruso llega a su mundo y Max empieza a pensar que en realidad necesitaba un amigo con quien hablar y divertirse. Poco a poco, Max se reconcilia con el mundo y abre de par en par  las puertas de su universo.

Sentir para imaginar

Pequeña Max es una obra pensada para el público infantil y la primera infancia que se sirve de los títeres, los objetos, las imágenes, los sonidos y la poética clown para contar su historia. Para sus autores, Elisa Vargas (Arena en los Bolsillos) y Jokin Oregi (Marie de Jongh), especializarse en las artes escénicas para bebés siempre ha sido su gran reto y motivación.

Desde la ternura, la delicadeza y la estimulación sensorial, presentan espacios semivacíos e invitan al joven público a llenarlos con su imaginación, a hacerlos suyos. Todo ello, junto a una cuidadísima puesta en escena, consigue que haya una conexión especial con los niños y hace que presenciar una de sus funciones sea una experiencia única.