JUANA LA LOCA
SE SINCERA AL FINAL DE SU VIDA

La figura de Juana la Loca vuelve a los escenarios con un monólogo in-terpretado por la veterana Concha Velasco, en el que se cuentan los últi-mos instantes de vida de esta reina castellana.

A lo largo de la historia muchas han sido las formas en las que se ha retratado a Juana de Castilla, ya sea en forma de pintura, de película o, en este caso, de monólogo teatral. La figura de Juana siempre se ha tratado como alguien que ha acabado sufriendo por amor, y sus problemas mentales han ayudado a comprender la historia de España.

Juana la Loca fue reina de Castilla entre 1504 y 1555 y reina de Aragón entre 1516 y 1555. Sólo pudo ejercer de forma efectiva su cargo en Castilla hasta 1506 y en 1509 fue encerrada por orden de su padre, Fernando el Católico, en una prisión de la localidad vallisoletana de Tordesillas para el resto de su vida. Se la llama “Juana la Loca” por una enfermedad mental provocada por celos y que le sirvió a Fernando para apartarla del cargo y encerrarla para siempre.

La compañía Iraya Producciones pone en escena una nueva visión sobre la figura de este personaje histórico, en forma de un monólogo interpretado por Concha Velasco. La actriz muestra todo su potencial en una obra que está am-bientada en los últimos días de vida de Juana, en los que confiesa sus miedos y problemas dentro de la prisión de Tordesillas en la que está encerrada.

La escenografía, que refleja la oscuridad y la claustrofobia de la prisión de Tor-desillas en la que Juana estuvo encerrada, se combina con proyecciones que muestran la convulsa historia de España en los últimos días de su vida y una ambientación musical adecuada al contexto de la obra.

Gerardo Vera, un director con experiencia

El director de esta obra es Gerardo Vera, director entre 2004 y 2011 del Centro Dramático Nacional. Su trayectoria es muy amplia, pues empezó en 1970 a trabajar como escenógrafo, y también ha sido figurinista en multitud de repre-sentaciones teatrales. Por sus diseños de escenario consiguió en 1988 el Pre-mio Nacional de Teatro.

Desde 1990 se ha encargado de dirigir a diversas primeras filas de la interpre-tación en infinidad de obras, también dentro del Centro Dramático Nacional, en el cual obtuvo el Premio de la Crítica a la Mejor Representación Extranjera en el Lincoln Center de Nueva York por una adaptación de Divinas palabras de Valle-Inclán.

También ha dirigido cine, con películas como Una mujer bajo la lluvia (1992), La Celestina (1994) o Deseo (2003), dirigiendo a actores de primer nivel como Imanol Arias, Antonio Banderas, Penélope Cruz o Maribel Verdú, y llevando a los estudios guiones escritos por, entre otros, Fernando Fernán Gómez o Ra-fael Azcona.

Como director artístico y escenógrafo recibió bastantes premios, entre ellos el Premio de la Crítica en 1986, el ADE a la Mejor Escenografía en 1991 y tres premios Goya al Mejor Vestuario, a la Mejor Escenografía y a la Mejor Direc-ción Artística. También fue el director artístico del programa Viaje con nosotros, que presentó Javier Gurruchaga en TVE en 1988.

Ernesto Caballero, un director con múltiples facetas

El autor de esta obra es Ernesto Caballero, director desde 2012 del Centro Dramático Nacional y director de la compañía teatral El Cruce. Ha escrito una veintena de obras teatrales y durante muchos años trabajó en la Real Escuela Superior de Arte Dramático como profesor titular de Interpretación.

Como director de escena ha recibido premios como el Max a la Mejor Adapta-ción por una versión de El señor Ibrahim y las flores del Corán de Eric-Emmanuel Schmitt en el año 2004, el Premio de Dirección de la Asociación de Directores de Escena por En la vida todo es verdad y todo mentira, o un Premio al Mejor Espectáculo en la gala anual de la Central Academy of Drama de Pe-kín de 2015 por El laberinto mágico.