La Respiración

AÑADIR DOS PREMIOS MAX

La respiración parte de un hecho dramático, la separación de una mujer que lleva 15 años con su pareja, y ve como un día, de la noche a la mañana, todo se termina. Galardonada con dos Premios Max este año, la obra reflexiona sobre el amor y sobre cómo amamos.

Nagore (Nuria Mencía, cuyo papel en esta obra le ha valido el Max a Mejor Actriz Protagonista en la edición de 2017) viene sufriendo la pérdida desde hace un año y siente que está en crisis, no se encuentra, no sabe qué hacer y sigue echando de menos a su ex pareja. Es entonces cuando aparece en escena su madre (personaje que, al cierre de la edición de Telón de fondo, aún no sabemos quién interpretará, pues Verónica Forqué debe someterse a una operación y estará varios meses retirada de las tablas), quien tiene una intensa vida amorosa, y le azota la conciencia con sus consejos, le sugiere que se deje llevar por una fantasía, que se adentre en otros mundos para no quedarse aferrada a un solo recuerdo y le ayuda a recuperar el bienestar que ha perdido. La memoria tiene que servir para crear cosas nuevas, le dice, hay que vaciar el cuerpo y la mente como quien vacía un armario para que entren cosas nuevas.

Siguiendo las sugerencias de su madre,  Nagore deja que entren en su vida una serie de personajes que convierten este proceso vital en una verdadera aventura.

Además de los dos Premios Max recibidos en 2017, a la Mejor Autoría Teatral para Alfredo Sanzól y a la Mejor Actriz Protagonista para Nuria Mencía, La respiración ha sido galardonada con dos Premios Ercilla 2017 a la Mejor Interpretación para Nuria Mencía, y a la Mejor Actriz Revelación para Camila Viyuela, además de otras nominaciones.
 


Un texto vivo, que busca también su equilibrio

La respiración habla de la facilidad, o no, de asumir cambios vitales; en este sentido algunos de los personajes parten de una actitud flexible, otros van aprendiendo. También habla del carácter excluyente y posesivo del amor frente a una energía más abierta, compartida. Y de la conexión entre mente y cuerpo, que se nutren y se reflejan el uno al otro; de ahí la importancia de cuidar de ambos.

Contrario a su costumbre de terminar de escribir una obra y después iniciar su labor como director de escena, en este caso Sanzol ha querido desarrollar el texto en estrecho contacto con los actores del reparto, al hilo de las improvisaciones en dos talleres previos, para dejarse “contaminar por sus mundos, sus cuerpos y sus fantasías”. Así, la trama que imaginó en un primer momento se ha ido transformando y sigue cambiando con cada representación.

La creación como terapia

Alfredo Sanzol dirige y escribe esta obra a raíz de su experiencia personal. La separación de su ex pareja y un dolor tan grande que no le dejaba respirar, le han llevado a la creación de esta comedia como forma de volver a la realidad, de aceptar la nueva situación y de ir reencontrándose con la alegría poco a poco. Con La respiración Sanzol ha ganado este mismo año el premio Max al Mejor Autor Teatral. Además ha recibido el Max al Mejor Espectáculo 2013 y al Mejor Autor 2013 por En la luna, obra que le valió también el Premio Ceres como Mejor Autor en 2012.

La respiración, según Sanzól, “es un regalo para todos los que hayan visto el pabellón de su autoestima en lo alto y en lo más bajo gracias al amor. Para todos los que hayan conseguido que la posición del pabellón de su autoestima no dependa de nadie. Para todos los que sienten y piensan que a pesar de lo que hagas con el pabellón de tu autoestima cuando te enamoras te la juegas. Para todos los que se la juegan. Para todos los que ganan. Para todos los que pierden. Para todos los que han conseguido aprender a empatar con la vida”. Porque, como dice uno de los personajes femeninos,  “en las lágrimas del amor, todos nos hemos ahogado”.