La propuesta de Miseria y Hambre con la representación de Luces de Bohemia va más allá de la mera puesta en escena de un texto tan maravilloso como el de Ramón María del Valle-Inclán. Lo que pretende la compañía es llevar a cabo un proyecto en el que establecer un diálogo entre el argumento de la obra escrita a comienzos del siglo XX con la situación que vivimos a comienzos de este siglo XXI…

Entre 2020 y 2024, cien años después de la publicación de Luces de Bohemia, la compañía Miseria y Hambre quiere llevar a cabo un trabajo de investigación y transferencia cultural con varios objetivos, el primer o de los cuales es la puesta en escena de la obra. Además quieren realizar un storywalker; conectar con el público, sobre todo joven, mediante un lenguaje más contemporáneo; fomentar una visión crítica de nuestra sociedad; potenciar la confluencia entre compañías teatrales y el teatro comunitario en el centro de Madrid y debatir sobre esta ciudad desde la perspectiva de lo que fue hace cien años.

La idea de fracaso de la Restauración y el clima de progresiva decadencia a partir de la crisis de 1917 que reflejó Valle Inclán en Luces de Bohemia, se asemeja a la creencia que en los últimos años viene tomando cuerpo sobre el fracaso de la democracia en nuestro país. El sistema parece no saber dar respuesta a problemas y conflictos que se perpetúan o que retornan de manera periódica. Parece que estamos dando vueltas a la misma situación cien años después.

Por eso sorprende la actual vigencia de la lectura de Luces de Bohemia. No parece que seamos capaces de evocar nuestra historia y desandar los caminos para encender las lámparas que despierten la conciencia; por eso, tal vez, sea necesario volver a ver nuestro reflejo en los espejos, puede que así seamos capaces de ver que cien años después sigue siendo urgente hacer una llamada a la ética.