A mediados del siglo XV, en un palacio castellano propiedad del marqués de Santillana, tiene lugar una fiesta cortesana de celebración: el rey don Juan, junto con otros nobles y sus damas, se presentan y danzan. La fiesta es una excusa para reencontrarse y esquivar los malos entendidos en un reino en guerra.

La vida y el amor en los tiempos de don Íñigo López de Mendoza, el marqués de Santillana, llegan al Auditorio de Cuenca a través de un espectáculo de danza, teatro y poesía de la compañía Armonía Danza, fundada por Sofía Grande para rescatar del olvido las coreografías históricas de la mano de su coreógrafo y profesor Marco Bendoni. 

El principal foco de interés de Armonía Danza se encuentra en sus espec táculos escénicos con las danzas de los siglos XV y XVI, lo que le ha llevado a actuar en el Palazzo Medici Ricardi de Florencia, Museo de Prehistoria de Valencia, Festival de los Borgia, Auditorio Joaquín Rodrigo de Valencia, la Fundación Carlos de Amberes de Madrid, Museo Bargello, Castillo de Manzanares el Real y el Parador de Cuenca.

El protagonista de esta obra, Íñigo López de Mendoza, agrupa en su figura todas las virtudes de un caballero medieval que, aún siendo guerrero, es un hombre enamorado de la literatura y del arte. Un noble que se convierte él mismo en mecenas y en escritor, además de precursor del Renacimiento en España. De su mano florecen no solo textos tradicionales y de corte popular, sino, especialmente, los endecasílabos al modo italiano.