Madre e hijo, María Sbeglia y Riccard Zamuner son parte de una de las más relevantes familias del mundo de la interpretación musical en Nápoles y Anacapri. En su debut en el Teatro Auditorio de Cuenca ofrecen un programa dedicado a la belleza y el virtuosismo que confiere la calidad de la música escrita por grandísimos compositores de la historia, desde Vitali a Sarasate, pasando por Chaikovski, Saint-Saëns, Paganini, Bartok y Massenet, exaltada por la eficacia y ductilidad de su excelencia como intérpretes. Un claro y seductor ejemplo de cómo la magia de la buena música se transmite de la mejor tradición a través del amor y el talento.