LA REBELDE PIPPI CALZASLARGAS CUENTA SUS AVENTURAS A GOLPE DE CANCIÓN

La pequeña de nueve años, creada sobre el papel y que se hizo popular a través de una serie de televisión, se sube al escenario del Teatro Auditorio con sus animales Pequeño Tío y Señor Nilsson, y con sus amigos Tommy y Annika, enfrentándose a la asistenta social y a los policías con el fin de salvaguardar su independencia.

¿Quién no conoce a Pippi Calzaslargas? El popular personaje creado por la escritora sueca Astrid Lindgren se hizo famoso en nuestro país gracias a la serie que narraba sus aventuras y que se retransmitió en los años 70, pero que ha perdurado a lo largo del tiempo. Ahora llega al Teatro Auditorio en forma de musical, con voces en directo.

Para quienes no estén familiarizados con el personaje, Pippi Calzaslargas es una niña de nueve años que vive sola con la única compañía de dos animales: un caballo, Pequeño Tío, y un mono, Señor Nilsson. Independiente, caótica y con una gran imaginación, a menudo habla de su madre, que dice la está viendo desde el cielo, y de su padre, sobre quien cuenta que es un pirata que vive en los mares del Sur y que un día irá a buscarla.

También están sus dos grandes amigos y compañeros de aventuras, Tommy y Annika. Con ellos va al colegio y, por ejemplo, vive un intento de atraco de unos ladrones que le intentan quitar el dinero que guarda en su casa. Además, están las escaramuzas con la asistenta social y un par de policías bastante torpes, que no conseguirán que Pippi cambie su independencia por la seguridad de una institución ni que acate las normas escrupulosamente.

Una autora rompedora

La creadora de Pippi Langstrump -en su nombre original-, Astrid Lindgren, forma parte de una generación de autores suecos de en torno al año 1945 que rompen con las convenciones y las reglas morales que hasta aquel momento dominaban la literatura para niños y jóvenes.

Lindgren concibió al popular personaje en 1941, el cual fue inicialmente rechazado por considerar la editorial que era una figura amenazante para los adultos y un mal ejemplo para la conducta ética de los niños. Pero años después la autora gana un concurso literario alegando el jurado que el humor corrosivo de Pippi era recomendable y hasta necesario en aquellos momentos marcados por la Segunda Guerra Mundial.

Trasladada a serie de televisión, el personaje se hizo popular como representante de una fuerza incontenible de sueño por la libertad y de una voluntad férrea por rebelarse contra el mundo adulto, características que se verán también reflejadas en este musical dirigido por Teresa Devant.